¡Me desespero!

¡No puede ser! Los días y los meses se han pasado tan rápido y de pronto me doy cuenta que muchos de mis planes y proyectos que tenía al inicio del año no los he realizado. Eso me frustra y me desespera.

No entiendo la razón, estaba segura de que todo iba a salir de acuerdo a lo planeado, ¿a caso no los puse en las manos de Dios?. Me he esforzado, he intentado pero simplemente no se dan. Veo con cierto recelo y hasta coraje cómo otras personas ven realizados sus proyectos, entonces me pregunto ¿por qué? y peor aún, cuestiono ¿por qué Señor? ¿qué está fallando?


Entonces, una noche, mientras leía mi Biblia sentí cómo Dios mismo me daba la respuesta mientras leía el Salmo37. Muchas veces lo había leído, incluso citado, pero en esta ocasión fue muy específico y me dijo:

Tu problema es que no has entendido mi manera de hacer las cosas y crees que tu manera es la mía, pero debes entender de una vez que no.

Por eso te desesperas, te frustras, te amargas y amargas a quienes te rodean. Porque no entiendes mi manera de actuar.

Mira, es simple y fácil de entender, se trata de 5 sencillos pasos que debes poner en práctica:
  1. Confía
  2. Deléitate
  3. Encomienda
  4. Espera con paciencia
  5. Refrena tu enojo
Tú solamente me encargas tus planes esperando que se realicen de acuerdo a tus deseos y tiempos y mientras tanto esperas ansiosa su cumplimiento, por eso te estresas y hasta te enojas envidiando a otros.
  1. Confía. Cuando me confíes tus planes y sueños podrás estar lo suficientemente tranquila como para ayudar a otros y no estarás ansiosa pensando sólo en ti.
  2. Deléitate. Mira las bendiciones que día con día te doy, la vida, la salud, tus hijos, tu esposo, tu familia, las flores, el trabajo, tantas y tantas cosas que no disfrutas pensando sólo en lo que no tienes.
  3. Encomienda. Entonces estarás en condiciones de realmente dejarme las cosas a mí. Yo te he prometido que las haré.
  4. Espera. Guarda silencio, no hables, no protestes, no critiques, espera con paciencia. Tus tiempos no son los míos, no lo olvides.
  5. No te enojes. El enojo conduce al mal. No envidies los logros de los demás.
Cuando la desesperación y el enojo quieran apoderarse de ti, vuelve a iniciar el ciclo: confía, deléitate, encomienda, espera....

Ya entendí, y desde ese día he sido más feliz. Cada vez que la ansiedad por alguna cosa me quiere atacar, recuerdo esos 5 pasos que el Señor me mostró y créeme, las cosas son muy diferentes.

Saludos y grandes bendiciones para ti en éste día.

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