Cuando la mayoría no tiene la razón

Vivimos dentro de una cultura de multitudes, de grandes audiencias y fama, necesitamos el reconocimiento de las masas, y actualmente con las redes sociales esperamos ser populares con gran cantidad de "amigos", contactos o fans.

Esperamos que las mayorías acrediten que somos, que pertenecemos, que existimos.

Pero cuando se trata de Dios, la mayoría no importa, de hecho nunca ha habido mayorías cuando se trata de fidelidad a Dios y a través de la Biblia podemos darnos cuenta de eso.

Un hombre: Abraham; un pueblo: Israel; un rey: David; un Salvador: Cristo; una Iglesia.

Habían pasado dos años desde la salida de Egipto, el pueblo de Israel estaba por entrar a la tierra que Dios les había prometido que les daría, una tierra fértil, extensa, con ciudades ya establecidas y fortificadas. La presencia de Dios había estado con ellos y habían visto grandes maravillas y milagros durante todo ese tiempo.

Dios le dijo a Moisés que enviara 12 hombres, jefes todos ellos de cada tribu de Israel, a recorrer la tierra que les daría. Así que fueron. Lo que encontraron en esa tierra era algo que nunca habían imaginado, los frutos de esa tierra eran tan grandes que para transportar un racimo de uvas tuvieron que hacerlo colgado de una rama y entre dos de ellos.

Pasados 40 días los doce hombres regresaron al campamento de Israel y dieron su informe:
  • Es una tierra extremadamente fértil
  • Los habitantes son poderosos y gigantes
  • Las ciudades están fotificadas
  • Son más fuertes que nosotros
"Y comenzaron a esparcir entre los israelitas falsos rumores acerca de la tierra que habían explorado" Números 13:32

¡Cómo era posible que después de haber visto las maravillas que Dios había hecho ante el Faraón y los egipcios para demostrar Su poder, cómo había abierto el mar rojo para que pasaran, cómo les había provisto de alimento y agua durante su viaje y la manera en que había manifestado su Presencia entre el pueblo, desconfiaran del poder de Dios para darles la tierra que Él mismo les había prometido!

Y es que eso mismo nos pasa a nosotros actualmente. Cuando tenemos un problema tendemos a desconfiar de Dios y a murmurar contra Él. Nos olvidamos de las grandes maravillas que hace diariamente por nosotros cuando nos sanó de esa enfermedad, cuando proveyó por nuestras necesidades, cuando hizo que esa deuda se pagara, cuando contestó esa oración de dos palabras cuando estuvo por ocurrir una desgracia.

Pero hubo dos hombres que cayaron a la multitud que se quejaba: Caleb y Josué, quienes también habían estado explorando esa tierra "Subamos a conquistar esa tierra. Estoy seguro de que podremos hacerlo" Números 13:30
  • La tierra es increíblemente buena
  • Abunda la leche y la miel
  • El Señor nos hará entrar en ella
  • No se rebelen
  • No tengan miedo
"Esa gente no tiene quien los proteja, porque el Señor está de parte nuestra. Así que, ¡no les tengan miedo!" Números 14:9

Pero la multitud escogió escuchar y hacer caso a la mayoría de los espías y se pusieron a gritar y a llorar y no sólo eso, sino a culpar y a quejarse contra Moisés por haberlos sacado de la esclavitud en Egipto.

Parece algo descabellado que el pueblo prefiriera seguir en la esclavitud que confiar en la promesa de Dios, pero así nos pasa a nosotros también. ¡Cuántos hay que prefieren seguir esclavos de los vicios y el pecado en lugar de confiar en el poder de Dios para transformarlos!

Y entonces algo maravilloso sucedió, Dios mismo volvió a manifestar su presencia ante el pueblo, pero aún así el pueblo seguía con su terquedad, y entonces Dios dijo: "¿Hasta cuándo esta gente me seguirá menospreciando? ¿Hasta cuándo se negarán a creer en mí, a pesar de las maravillas que he hecho entre ellos?" Números 14:11

¿No son acaso estas mismas preguntas las que Dios puede hacernos a nosotros también? "¿Hasta cuándo?"

Y entonces Dios mencionó las consecuencias:
  • Ninguno de los mayores de 20 años que murmuraron contra mí tomarán posesión en la tierra que les prometí.
  • Sólo entrarán Caleb y Josué
  • Durante 40 años los hijos de ustedes andarán errantes por el desierto...hasta que el último de ustedes caiga muerto en el desierto
  • Los responsables de haber difundido este falso informe acerca de aquella tierra murieron delante del Señor.
  • De los doce hombres que fueron a explorar la tierra sólo sobrevivieron Josué y Caleb
Números 14: 29-38

La falta de Fe provoca las murmuraciones y las quejas que nos limitan para ser parte del cumplimiento de las promesas que nuestro Dios tiene para nosotros.

El pueblo de Israel dio media vuelta y volvió al desierto. 40 años pasaron para que volvieran a estar a las puertas de la tierra prometida y ¿cuál fue la razón? La falta de Fe de una mayoría.

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