¿Qué tienes en casa?

Una de las historias que más me gustan y motivan es la registrada en 2 Reyes capítulo 4, la historia
titulada "El aceite de la viuda".

En este relato una mujer se acerca al profeta Eliseo para pedir ayuda. Su esposo había muerto y ahora enfrentaba una situación sumamente desesperada, un acreedor de su esposo estaba exigiéndole el pago de la deuda y sabiendo que ella no tenía la manera de responder a ese compromiso la amenazaba con llevarse a sus hijos como esclavos.

Me llama la atención la respuesta del profeta Eliseo, pues no empieza a buscar posibles soluciones o ayudas en otras personas, como buscando a alguien que le prestara el dinero o haciendo una colecta entre la comunidad. Tampoco pensó en hacer un juicio para determinar el plazo en el cual esta mujer podría pagarle al acreedor y así llegar a un acuerdo.

Eliseo sólo preguntó: "¿Qué tienes en casa?"
Seguramente la mujer se sorprendió de la pregunta y le dijo: nada, bueno, excepto un poco de aceite.

¿Aceite? en ese tiempo el aceite no solo era utilizado para preparar los alimentos, sino que también servía como combustible para las lámparas, para el aseo personal y como medicamento. Pero era la único que tenía, un poco de aceite.

Si bien, la respuesta de Eliseo a su petición no era precisamente lo que ella esperaba al pedirle ayuda, la orden que éste le da es aún más extraña. "Sal y pide a tus vecinos que te presten vasijas; consigue todas las que puedas. Luego entra a tu casa con tus hijos y cierra la puerta. Echa aceite en todas las vasijas y, a medida que las llenes, ponlas aparte".

Sin hacer preguntas, la mujer hizo todo tal y como el profeta le ordenó. Sus hijos corrieron hacia las casas de sus vecinos pidiendo prestadas vasijas, tal vez comenzaron con sus familiares y amigos, después con los vecinos más cercanos hasta que fueron con todo el pueblo buscando la mayor cantidad de vasijas que podían conseguir hasta que ya no hubo más vasijas vacías en la aldea donde vivían. Entonces entraron en la casa, y la mujer comenzó a vaciar el poco aceite en la primer vasija. Me imagino las miradas atentas de estos niños, ellos sabían que el aceite era muy poco, pero la madre estaba segura de qué algo ocurriría.

Las vasijas se fueron llenando con el aceite, una y otra, y el aceite no terminaba. Los niños corrían emocionados acercando más vasijas y separando las que ya estaban llenas, imagino las risas y los gritos de alegría al ir pasando cada vasija. En un momento todas estaban llenas de aceite, ya no había más vasijas vacías y entonces el poco aceite terminó.

La mujer salió a buscar a Eliseo y le contó lo que había sucedido, entonces él le mandó que vendiera todo ese aceite y pagara sus deudas, pero el dinero que obtendría con esa venta no sólo iba a a ser suficiente para eso, sino que además ella podría vivir tranquilamente con sus hijos por un buen tiempo.

¿Qué tienes en casa? Es una pregunta tan interesante como inesperada, sobre todo cuando estamos pasando por una situación económica difícil. Cuando estamos necesitados de dinero pensamos en recurrir al banco por un préstamo o en vender o empeñar alguno de nuestros bienes, pero si nos preguntaran ¿qué tienes en casa? ¿Qué responderíamos?

La mujer tenía aceite, y no mucho, sólo un poco. ¿Qué significado tiene el aceite? El aceite en la Biblia representa al Espíritu Santo. Es muy probable que cuando tenemos un problema muy grande pensemos en solucionarlo primero por nosotros mismos, luego pidiendo ayuda a alguien más, pero a veces no nos percatamos que tenemos el mejor "aceite" en nuestros hogares.

La mujer no dudó ni perdió tiempo, sabía que Dios no nos pide que hagamos algo de balde, ella confiaba y con ayuda de sus hijos realizó el trabajo que podría hacer con lo que tenía a la mano.

¿Qué talentos tienes? ¿qué sabes hacer? ¿qué tienes en tu casa? piensa por un momento qué podrías hacer con lo poco que tienes que resulte en un beneficio económico para ti y tu familia, pero sobre todo que puedas involucrar a cada miembro de tu familia para lograrlo y de esa manera aprendan que la cooperación y el apoyo familiar es lo que puede ayudar a que las cosas mejoren y se solucionen.

Eliseo ayudó a esta viuda con el problema que tenía, pero no le dio un apoyo económico que le sirviera solo para pagar la deuda, sino que le mostró una manera en la cual ella y sus hijos podrían vivir por el resto de sus vidas:

  1. Confianza plena en Dios. Recordando que es la primera y única solución para nuestros problemas.
  2. Desarrollo de nuestros talentos. Por insignificantes que nos parezcan.
  3. Trabajo constante. El aceite no terminó hasta que no hubo más vasijas vacías.
  4. Cooperación. Involucrar a nuestros hijos.
  5. Testificación. Cuando hacemos lo anterior, los resultados son tan grandes que quienes nos conocen y rodean podrán beneficiarse también.

Toma un momento y responde a la pregunta ¿Qué tienes en casa?


Comentarios

Juan Ernesto Franco ha dicho que…
Gracias por recordarnos que la Fé y la Esperanza acompañados de la Caridad son el triángulo perfecto de un círculo.

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