¿Qué pide Dios de mí?

Estaba leyendo el año bíblico, y comencé a leer el libro de Deuteronomio; ya lo había leído otras veces pero esta vez fue diferente, tuvo un nuevo y muy interesante significado para mí.

Esta vez comprendí el significado que éste libro tiene para mi vida. Pude descubrir a un Dios en su rol de Padre, un Padre que en cada versículo habla a sus hijos con gran amor.


Fue entonces que pude comprenderlo, soy madre y me identifiqué con Dios mi Padre cuando desesperada les digo a mis hijos: "Hijo, por favor, lo único que te pido es que me obedezcas, si me amas demuéstramelo siguiendo mis consejos, no quiero que te pase nada malo. Si me obedeces te voy a regalar lo que deseas, pero por favor, no lo hagas, si lo haces te vas a lastimar, te va a ir mal, no vas a tener lo que tanto anhelas. Hijo, por favor, te amo".

Deuteronomio 10: 12 y 13 dice: "¿Qué te pide el Señor tu Dios? Simplemente que le temas y andes en todos sus caminos, que lo ames y le sirvas con todo tu corazón y con toda tu alma, y que cumplas los mandamientos y los preceptos que hoy te manda cumplir, para que te vaya bien".

El pueblo de Israel estaba por entrar a la tierra prometida, pero tendrían que conquitar la tierra y para eso necesitaban prepararse física, mental y espiritualmente. Era un asunto de suma importancia, cuarenta años habían esperado para ese momento. Estaban a punto de cumplir con la gran misión por eso no debían olvidar lo más importante: Amar y Obedecer a Dios. El Dios que los había apartado de los demás pueblos y que había hecho maravillas en los cuarenta años que anduvieron por el desiero.

Entonces entendí el mensaje de Dios para mí: El Señor también me escogió y me separó para su obra y aún antes de yo nacer me dio una gran misión en este mundo. A través de mi vida he visto maravillas que Él ha realizado a mi favor y en mi familia y ahora es momento de prepararme, necesito fuerzas para conquistar la Tierra Prometida.

Hoy es el momento, Dios te habla a ti también, y ¿qué te pide? "Simplemente que lo ames y cumplas sus mandamientos".

Nuestra vida en este mundo es de paso, como los israelitas por el desierto, y de la misma manera Dios nos tiene preparado algo sumamente mejor. Nuestro paso por éste mundo es una preparación para nosotros, nuestro carácter debe ser transformado y nuestra relación con Dios debe estar fundamentada en el amor que se traduce en obediencia. ¿Cómo esperamos estar con Dios por la eternidad si no estamos preparados para vivir por siempre en un régimen de amor?

¿Qué pide Dios de mí?
 Simplemente que lo ame y cumpla sus mandamientos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Todo hijo es padre de la muerte de su padre

¿Qué tienes en casa?

La Herencia que recibí de mi Padre