Todo hijo es padre de la muerte de su padre
Imagen de la película "Jodaeiye Nader az Simin (A Separation)" Irán 2011 |
Es cuando el padre se hace mayor y comienza a trotar como si estuviera dentro de la niebla. Lento, lento, impreciso.
Es cuando uno de los padres que te tomó con fuerza de la mano cuando eras pequeño ya no quiere estar solo. Es cuando el padre, una vez firme e insuperable, se debilita y toma aliento dos veces antes de levantarse de su lugar.
Es cuando el padre, que en otro tiempo había mandado y ordenado, hoy solo suspira, solo gime, y busca dónde está la puerta y la ventana - todo corredor ahora está lejos.
Es cuando uno de los padres antes dispuesto y trabajador fracasa en ponerse su propia ropa y no recuerda sus medicamentos.
Y nosotros, como hijos, no haremos otra cosa sino aceptar que somos responsables de esa vida. Aquella vida que nos engendró depende de nuestra vida para morir en paz.
Todo hijo es el padre de la muerte de su padre.
Tal vez la vejez del padre y de la madre es curiosamente el último embarazo. Nuestra última enseñanza. Una oportunidad para devolver los cuidados y el amor que nos han dado por décadas.
Y así como adaptamos nuestra casa para cuidar de nuestros bebés, bloqueando tomas de luz y poniendo corralitos, ahora vamos a cambiar la distribución de los muebles para nuestros padres.
La primera transformación ocurre en el cuarto de baño.
Seremos los padres de nuestros padres los que ahora pondremos una barra en la regadera.
La barra es emblemática. La barra es simbólica. La barra es inaugurar el “destemplamiento de las aguas”.
Porque la ducha, simple y refrescante, ahora es una tempestad para los viejos pies de nuestros protectores. No podemos dejarlos ningún momento.
La casa de quien cuida de sus padres tendrá abrazaderas por las paredes. Y nuestros brazos se extenderán en forma de barandillas .
Envejecer es caminar sosteniéndose de los objetos, envejecer es incluso subir escaleras sin escalones.
Seremos extraños en nuestra propia casa. Observaremos cada detalle con miedo y desconocimiento, con duda y preocupación. Seremos arquitectos, diseñadores, ingenieros frustrados. ¿Cómo no previmos que nuestros padres se enfermarían y necesitarían de nosotros?
Nos lamentaremos de los sofás, las estatuas y la escalera de caracol. Lamentaremos todos los obstáculos y la alfombra.
Feliz el hijo que es el padre de su padre antes de su muerte, y pobre del hijo que aparece sólo en el funeral y no se despide un poco cada día.
Mi amigo Joseph Klein acompañó a su padre hasta sus últimos minutos.
En el hospital, la enfermera hacía la maniobra para moverlo de la cama a la camilla, tratando de cambiar las sábanas cuando Joe gritó desde su asiento:
- Deja que te ayude .
Reunió fuerzas y tomó por primera a su padre en su regazo.
Colocó la cara de su padre contra su pecho.
Acomodó en sus hombros a su padre consumido por el cáncer: pequeño, arrugado, frágil , tembloroso.
Se quedó abrazándolo por un buen tiempo, el tiempo equivalente a su infancia, el tiempo equivalente a su adolescencia, un buen tiempo, un tiempo interminable.
Meciendo a su padre de un lado al otro.
Acariciando a su padre.
Calmado el su padre.
Y decía en voz baja :
- Estoy aquí, estoy aquí, papá!
Lo que un padre quiere oír al final de su vida es que su hijo está ahí".
(Fabrício Carpinejar "Todo filho é pai da morte de seu pai" versión al español Zorelly Pedroza)
Comentarios
jorgeandresdiazg@gmail.com
Yo solo tomé tiempo para traducirla lo mejor que pude porque un día una amiga la compartió conmigo y no podía quedarme sin compartirla en español para que más personas la pudieran leer.
En ese momento que llegó a mí yo también cuidaba de mi mamá por lo que esas palabras realmente me impactaron y motivaron. Sigamos adelante retribuyendo un poco lo mucho que nuestros padres han hecho por nosotros. Bendiciones
Un hijo recibe de su padre el regalo más preciado que un ser humano puede recibir: La vida. Y este regalo no puede ser compensado jamás. Y a su vez, no debe ser compensado, sería imposible.
La sana actitud para un hijo es agradecer el regalo sintiendo ese agradecimiento en el corazón.
Por supuesto hay un momento de la vida donde los padres se vuelven viejos y necesitan de cuidados, no obstante el padre sigue siendo el padre, y el hijo sigue siendo el hijo, y puede ocuparse del bienestar de su padre, siempre desde su lugar de hijo.
Des dichoso es el padre que pretende que su hijo se convierta en su padre, y des dichoso es el hijo que cambia de lugar con su padre.
Un hijo está hecho de su padre y es la prolongación en vida del mismo, y no hay nada mejor para un padre, que ver a su propio hijo, realizarse y ser feliz con la vida que él le regaló, y que ahora es su tiempo de vivirla, honrando el regalo que recibió.
hermosa reflexiones muy sierto todo lo que dicen es verdad debemos cuidar nuestros padres con mucho amor y por amor porque también loque sembrados cosechados