Dios Siempre Contesta la Oración
Una mañana que iba al salón donde estaba dando clases, encontré que en cada puerta estaba pegada una hoja con una reflexión sobre la oración. Me acerqué y la leí, me gustó tanto que en esta ocasión quiero compartirla contigo. Estoy segura de que te será de gran bendición también.
Cuando lo que pides no es correcto, Dios te dice: "No".
No, cuando el pedido no es lo mejor que Él reserva para ti.
No, cuando la idea es totalmente errada.
No, cuando aunque pueda beneficiarte, crease problemas para alguien.
Cuando el tiempo no es el correcto, Dios dice, "Despacio".
Qué catástrofe sería que Dios contestase cada oración al chasquido de tus dedos.
¿Sabes qué pasaría? Dios se volvería tu siervo y no tu Señor.
Dios estaría satisfaciendo tus deseos en lugar de ser tú quien lo sirva.
Cuando no estás en lo correcto, Dios dice, "Crece".
Recuerda: las demoras divinas no son rechazos.
Su cronometraje es perfecto.
Paciencia y perseverancia es lo que necesitamos pedir en oración.
El autosuficiente tiene que crecer en insuficiencia.
El cauteloso debe crecer en coraje.
El tímido debe crecer en confianza.
El dominante debe crecer en tolerancia.
El negativo debe crecer en actitudes positivas.
El frívolo que busca placer personal debe crecer en compasión por el sufriente.
Cuando todo está bien. Dios dice, "Ve".
Entonces suceden los milagros:
El alcohólico perdido encuentra liberación.
El avaro se vuelve generoso.
El adicto halla la salida.
El paralizado por el odio se vuelve misericordioso y paciente.
El tejido enfermo responde al tratamiento y la sanidad comienza.
La puerta hacia tus sueños súbitamente se abre y allí está Dios diciendo, "¡VE!"
Cuando lo que pides no es correcto, Dios te dice: "No".
No, cuando el pedido no es lo mejor que Él reserva para ti.
No, cuando la idea es totalmente errada.
No, cuando aunque pueda beneficiarte, crease problemas para alguien.
Cuando el tiempo no es el correcto, Dios dice, "Despacio".
Qué catástrofe sería que Dios contestase cada oración al chasquido de tus dedos.
¿Sabes qué pasaría? Dios se volvería tu siervo y no tu Señor.
Dios estaría satisfaciendo tus deseos en lugar de ser tú quien lo sirva.
Cuando no estás en lo correcto, Dios dice, "Crece".
Recuerda: las demoras divinas no son rechazos.
Su cronometraje es perfecto.
Paciencia y perseverancia es lo que necesitamos pedir en oración.
El autosuficiente tiene que crecer en insuficiencia.
El cauteloso debe crecer en coraje.
El tímido debe crecer en confianza.
El dominante debe crecer en tolerancia.
El negativo debe crecer en actitudes positivas.
El frívolo que busca placer personal debe crecer en compasión por el sufriente.
Cuando todo está bien. Dios dice, "Ve".
Entonces suceden los milagros:
El alcohólico perdido encuentra liberación.
El avaro se vuelve generoso.
El adicto halla la salida.
El paralizado por el odio se vuelve misericordioso y paciente.
El tejido enfermo responde al tratamiento y la sanidad comienza.
La puerta hacia tus sueños súbitamente se abre y allí está Dios diciendo, "¡VE!"
Si el Señor te retiene, ¡deténte!
Si el Señor te ha dicho "No" ¡agradécele!
Si el Señor está modelando tu corazón y tu mente, ¡prosigue su cambio!
Si el Señor abre las puertas que has pedido que se abrieran, ¡alábalo!
Sé confiado y agradecido dondequiera que estés hoy en tu vida.
Dios, que sabe lo que es mejor para ti, tiene en sus manos toda situación.
Extraído de Diálogo 19-I 2007
Extraído de Diálogo 19-I 2007
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